EDAD DE LA TIERRA
La Tierra tiene aproximadamente 4470
millones de años, con un margen de error de un poco menos de 1% (es decir,
aproximadamente, de ± 44.7 millones de años).
ESTRUCTURA DE LA TIERRA
La corteza del planeta Tierra está formada
por placas que flotan sobre el manto, una capa de materiales calientes y
pastosos que, a veces, salen por una grieta formando volcanes.
La densidad y la presión aumentan hacia el
centro de la Tierra. En el núcleo están los materiales más pesados, los
metales. El calor los mantiene en estado líquido, con fuertes movimientos. El
núcleo interno es sólido.
Las fuerzas internas de la Tierra se notan
en el exterior. Los movimientos rápidos originan terremotos. Los lentos forman
plegamientos, como los que crearon las montañas.
El rápido movimiento rotatorio y el núcleo metálico generan un campo magnético que, junto a la atmosfera, nos protege de las radiaciones nocivas del Sol y de las otras estrellas.
El rápido movimiento rotatorio y el núcleo metálico generan un campo magnético que, junto a la atmosfera, nos protege de las radiaciones nocivas del Sol y de las otras estrellas.
Capas de la Tierra
Desde el exterior hacia el interior
podemos dividir la Tierra en cinco partes:
Atmósfera: Es la cubierta gaseosa que rodea el cuerpo sólido del planeta. Tiene un grosor de más de 1.100 km, aunque la mitad de su masa se concentra en los 5,6 km más bajos.
Atmósfera: Es la cubierta gaseosa que rodea el cuerpo sólido del planeta. Tiene un grosor de más de 1.100 km, aunque la mitad de su masa se concentra en los 5,6 km más bajos.
Hidrosfera: Se compone principalmente de
océanos, pero en sentido estricto comprende todas las superficies acuáticas del
mundo, como mares interiores, lagos, ríos y aguas subterráneas. La profundidad
media de los océanos es de 3.794 m, más de cinco veces la altura media de los
continentes.
Litosfera: Compuesta sobre todo por la corteza
terrestre, se extiende hasta los 100 km de profundidad. Las rocas de la
litosfera tienen una densidad media de 2,7 veces la del agua y se componen casi
por completo de 11 elementos, que juntos forman el 99,5% de su masa. El más
abundante es el oxígeno, seguido por el silicio, aluminio, hierro, calcio,
sodio, potasio, magnesio, titanio, hidrógeno y fósforo. Además, aparecen otros
11 elementos en cantidades menores del 0,1: carbono, manganeso, azufre, bario,
cloro, cromo, flúor, circonio, níquel, estroncio y vanadio. Los elementos están
presentes en la litosfera casi por completo en forma de compuestos más que en
su estado libre.
a litosfera comprende dos capas, la
corteza y el manto superior, que se dividen en unas doce placas tectónicas
rígidas. El manto superior está separado de la corteza por una discontinuidad
sísmica, la discontinuidad de Mohorovicic, y del manto inferior por una zona
débil conocida como astenosfera. Las rocas plásticas y parcialmente fundidas de
la astenosfera, de 100 km de grosor, permiten a los continentes trasladarse por
la superficie terrestre y a los océanos abrirse y cerrarse.
Manto: Se extiende desde la base de la corteza hasta una profundidad de unos 2.900 km. Excepto en la zona conocida como astenosfera, es sólido y su densidad, que aumenta con la profundidad, oscila de 3,3 a 6. El manto superior se compone de hierro y silicatos de magnesio como el olivino y el inferior de una mezcla de óxidos de magnesio, hierro y silicio.
Manto: Se extiende desde la base de la corteza hasta una profundidad de unos 2.900 km. Excepto en la zona conocida como astenosfera, es sólido y su densidad, que aumenta con la profundidad, oscila de 3,3 a 6. El manto superior se compone de hierro y silicatos de magnesio como el olivino y el inferior de una mezcla de óxidos de magnesio, hierro y silicio.
Núcleo: Tiene una capa exterior de unos
2.225 km de grosor con una densidad relativa media de 10 Kg por metro cúbico.
Esta capa es probablemente rígida, su superficie exterior tiene depresiones y
picos. Por el contrario, el núcleo interior, cuyo radio es de unos 1.275 km, es
sólido. Ambas capas del núcleo se componen de hierro con un pequeño porcentaje
de níquel y de otros elementos. Las temperaturas del núcleo interior pueden
llegar a los 6.650 °C y su densidad media es de 13. Su presión (medida en
GigaPascal, GPa) es millones de veces la presión en la superficie.
El núcleo interno irradia continuamente un
calor intenso hacia afuera, a través de las diversas capas concéntricas que
forman la porción sólida del planeta. La fuente de este calor es la energía
liberada por la desintegración del uranio y otros elementos radiactivos. Las
corrientes de convección dentro del manto trasladan la mayor parte de la
energía térmica de la Tierra hasta la superficie.
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